8 Herramientas de influencia (completas)

Abriendo Caminos-Diego Torres y Juan Luis Guerra (letra)

Las Pasturas Tropicales y Plantas Forrajeras utilizadas en la Ganaderia Panameña

Las Pasturas Tropicales y Plantas Forrajeras  Utilizadas en la Ganadería Panameña

 

La Ganadería en Panamá basa su Alimentación en Pasturas Tropicales las cuales juegan un papel decisivo en la nutrición animal principalmente de rumiantes y herbívoros que pastorean, los cuales tienen mucha dependencia de las características y bondades que presentan las especies forrajeras predominantes.

El País posee una superficie de 7, 708,2 millones de hectáreas, de las cuales 2, 698,841 hectáreas están siendo utilizadas en 248,560 explotaciones agropecuarias (Censos Agropecuarios 2011).

La  ganadería vacuna en Panamá según Censos 2011, cuenta con 1, 728,748 cabezas en 43,858 explotaciones.

Las explotaciones caballar son 40,965 y cuentan con 114,395 cabezas; además 1363 explotaciones mular y asnal con 2396 cabezas.

Las explotaciones de ovinos y caprinos son 1333 y 1027 respectivamente, y cuentan con 18,713 cabezas de ovinos y 8,354 cabezas de caprinos.

Las explotaciones de bufalinos son 90 y cuentan con 2401 cabezas

Las Pasturas Tropicales en Panamá  se clasifican  (Censos 2011) en:

Naturales o Nativas:     227,052 hectáreas      (14,77 %)

Tradicionales: 711,981 hectáreas     (46,31 %)

Mejoradas: 569,304 Hectáreas      (37,03 %)

Corte / Bancos Proteicos: 28,991 Hectáreas    (1,89 %)

En Panamá la mayor cantidad de pastos en las explotaciones de ganado vacuno está relacionada con aquellas regiones con alto índice de Producción ganadera:

Veraguas:     327,781 Hectáreas

Panamá:       224,972 hectáreas

Chiriquí:       222,710 hectáreas

Los Santos:  214,598 hectáreas

Darién:         135,459 hectáreas

Herrera:       118,952 hectáreas

Coclé:           113,930 hectáreas

Colon:             81,543 Hectáreas

Bocas del Toro: 45,380 hectáreas

Pasturas Tropicales

Entre las especies Tradicionales (naturalizadas) se encuentran (Faragua Hyparrhenia rufa, Indiana o Cebollana Panicum máximum).

Entre las especies Mejoradas (Brachiaria brizantha, Brachiaria humidicola, Brachiaria decumbens, Toledo Brachiaria brizantha 26110, Marandu Brachiaria Brizantha 6780, Alicia Cynodon dactylon, Estrella Africana Cynodon nlemfuensis, swazi Digitaria swazilandensis, Brachiaria dictyoneura, Brachiaria Hibrido Mulato 1 y Mulato2, Mombaza Panicum máximum).

A pesar de que más del 63% de los suelos de Panamá son ácidos y de baja fertilidad (Cochrane, et al, 1985), existe una amplia variedad de leguminosas nativas. Se destacan los géneros de Centrosema macrocarpum, Calopogonium, Canavalia, Clitoria, Stylosanthes, Crotalaria, Macroptilium, Vigna, Desmodium, Pueraria, entre otros.

Igualmente encontramos otras especies de leguminosas como maní Forrajero Arachis pintoi,y Leucaena Leucaena leucocephala que  están siendo utilizadas en Asociaciones Gramíneas-Leguminosas, así como en Bancos de Proteína y en Sistemas Silvopastoriles.

Entre los pastos de corte se destaca el género Pennisetum purpureum con los cultivares King grass, Taiwan, Camerún, Cuba 22, entre otros.

La Caña de Azúcar Saccharum officinarum  utilizada como banco de forraje energético para corte y acarreo.

Plantas utilizadas como Bancos forrajeros Proteicos

Entre las nuevas alternativas de alimentación  para las diferentes especies (vacunas, caprinas, ovinas) tenemos:

Botón de oro       Tithonia diversifolia

Nacedero             Trichantera gigantea

Morera                 Morus alba

Balo                       Gliricidia sepium

Moringa                Moringa oleífera

Ramio                   Boehmeria nívea

Guandú                 Cajanus cajans

Cratilia                  Cratylia argéntea

Palo Santo            Erythrina rubrinervia

En algunas regiones de Panamá se ha estado aplicando técnicas (Sistemas Silvopastoriles) que contribuyen a la reconversión de los sistemas ganaderos con el ánimo de mitigar, prevenir y controlar los efectos negativos sobre la naturaleza que ocasionan las actividades pecuarias, además generan una nueva cultura de respeto por el entorno a través del manejo adecuado del agua, el suelo y la biodiversidad.

 

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